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martes, 14 de junio de 2011

La convivencia escolar

La convivencia escolar que se refiere a una convivencia democrática, es un tema que en toda Latinoamérica está demandando atención urgente de los diversos agentes educativos involucrados.
De ahí la necesidad de generar espacios serios de reflexión, producción, intercambio y difusión de conocimientos y prácticas acerca de la innovación y así mejorar la calidad educativa, intercambiar experiencias de formación, información, investigación, y problemáticas de los docentes latinoamericanos.
Convivencia democrática, inclusión y cultura de paz se inserta en una nueva visión de calidad de la educación que propone la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura: Unesco.
La Unesco establece desde un enfoque de derechos humanos, que una educación de calidad para todos es entendida como un bien público, un derecho humano fundamental y una responsabilidad del conjunto de la sociedad, porque gracias a ella nos desarrollamos como personas y contribuimos al desarrollo de la sociedad.
Los rasgos característicos de un enfoque de la educación como derecho humano fundamental, son su orientación al pleno desarrollo de la persona humana y a la comprensión y convivencia pacífica.
Hablar de una educación así, es decir, una educación para la democracia y la paz, supone la construcción de una experiencia escolar formativa para desarrollar valores, actitudes, habilidades socioemocionales y éticas que son base de una convivencia social donde todos participan, comparten y se desarrollan plenamente.
También supone una educación capaz de incluir a una amplia gama de estudiantes tradicionalmente excluidos que comienzan a ser tenidos en cuenta en la escuela, desde el punto de vista de la responsabilidad por su desarrollo. Pero, ¿qué significa aprendizaje de la convivencia? La convivencia es algo que se aprende.
En la escuela aprendemos a relacionarnos, a obedecer normas y a la autoridad, a compartir, dialogar, respetar a los otros, en fin, muchas actitudes y valores relacionados con la convivencia. No todo lo que se aprende en la escuela es positivo, se aprende también a engañar, a obedecer acríticamente, entre otras conductas y actitudes que nos perjudican como sociedad, por ello, necesitamos observar y cuidar los espacios de convivencia para fortalecernos socialmente.
La convivencia en la escuela puede generar grandes oportunidades de desarrollo a los estudiantes.
La convivencia escolar se refiere al vivir-con-otros. Por lo tanto es fundamental comprender la necesidad de la cooperación y la solidaridad como base del funcionamiento social.
En la construcción de un sistema de convivencia escolar inciden múltiples factores y aspectos que permiten realmente acompañar al crecimiento de los niños y jóvenes promoviendo su desarrollo sociomoral como personas responsables. La experiencia ha demostrado que no es fácil ni sencillo y por eso queda muchas veces olvidado; es una tarea compleja pero es necesaria y posible y es una rica y valiosa experiencia educativa ya que la escuela es una formación social y padece los efectos del espacio de participación.
¿Qué podemos hacer para construir la convivencia escolar?
Considerar los 4 elementos en juego:
1) El Profesor - el que enseña: el profesor puede contribuir a la mejorar de la convivencia con factores como:
a) conocimiento pedagógico, que lo lleva a actuar adecuadamente en diferentes circunstancias.
b) Eficiencia, es decir, su capacidad para resolver los problemas del aula con imaginación, creativamente y en una proporción de costo aceptable. Si cada profesor fuera mejorando su nivel de eficiencia día con día, mejoraría consiguientemente la convivencia de la clase.
c) Entusiasmo cuando el profesor cree en algo, lo transmite y lo vive en su clase, comunica ese mismo entusiasmo a los alumnos descubriéndoles valores que no van a encontrar en otras situaciones sociales. Por el contrario, si el profesor no cree en lo que dice, se produce una experiencia de bloqueo.
2) El alumno: el que aprende: el alumno también tiene que cooperar y colaborar y no solo disfrutar de la convivencia. Algunos elementos que pueden contribuir a mejorar la convivencia escolar son:
a) demora de la gratificación; se sabe que hay una correlación entre la demora de la gratificación y el rendimiento escolar, el éxito en la vida e incluso el nivel de convivencia. Exige esfuerzo.
b) Empatía, la capacidad del ser humano de ponerse en el lugar del otro, de tener en cuenta sus opiniones, ideas y creencias, para entenderlo, respetarlo, participar de los sentimientos y emociones de los demás. Por esta razón hay que enseñar a nuestros alumnos a saber modular los sentimientos y emociones, porque forma parte de la posibilidad de convivir, de vivir juntos.
3) Los contenidos: lo que se enseña y aprende: Existen los contenidos académicos que corresponden a la parte informativa, pero también los que corresponden a la parte formativa de la educación. Por eso hay que ofrecer a los alumnos actividades de aprendizaje que los acerquen a la realidad de la vida. Otro aspecto más sobre los contenidos se refiere a impartir unos buenos programas que ayuden a los profesores y a los alumnos a resolver pacíficamente los conflictos, a ejercer como mediadores en las situaciones problemáticas, a prevenir la violencia en las instituciones escolares; es decir, enseñarles a convivir, a vivir juntos, a vivir en sociedad.
Como se dijo anteriormente, la convivencia se aprende, se enseña y enseña.
4) El contexto escolar: Hay que redefinir el espacio físico en las aulas donde puedan verse a unos a otros e interactuar entre sí y con el profesor. Redefinir funcionalmente la clase.
Muchos esfuerzos educativos innovadores van hoy día en la línea de formar comunidades de aprendizaje.
En las comunidades de aprendizaje todos aprenden y todos enseñan porque comparten juntos sus conocimientos, colaboran, conviven; por lo tanto, dentro de esta comunidad de aprendizaje es posible un aprendizaje de calidad., un aprendizaje sociomoral. En estas comunidades, una situación de violencia es vista como una oportunidad formativa o de mejora de la propia convivencia.
Es tan importante este factor que se dice que el aula es el espacio de vida pública de los niños, adolescentes y jóvenes.
En él, transcurre la mayor parte del tiempo escolar de los alumnos, es el espacio de la escuela donde se desarrollan las actividades fundamentales; constituye la unidad de pertenencia y referencia de los alumnos.
En él se construyen las relaciones sociales: se habla, se escucha, o por lo menos se debe de escuchar, se debe discutir, se debe de reflexionar, enseñar, aprender, se debe jugar, permanecer en silencio, participar, razonar, entre otros.
El aula es el lugar donde se aprende sobre convivencia.
Ojalá que nuestros gobernantes, quienes son vistos por tantos niños y jóvenes a través de la televisión no solo diseñaran políticas de educación cívica y ética sino que fueran ejemplo de una forma de convivencia sana, mediante el fomento de un ambiente de respeto, confianza, diálogo y organización.